martes, 9 de noviembre de 2010

Miedo

Para quien tiene miedo, todo son ruidos. (Sófocles)


La cita de Sófocles resume bien la última sesión del grupo de teatro. Esto de preparar una obra basada en el suspense y la intriga nos ha llenado por completo, hasta el punto de que a veces acabamos confundiendo la ficción con la realidad.

Una encadenación de ¿casualidades? ha convertido la reunión en una suerte de película de terror. Encontrar la luz del baño encendida en el hall del teatro al llegar, los comentarios, la oscuridad de la noche, y, ya en la sala principal, otra luz procedente del sótano que hay justo debajo el escenario. Llamar sin que nadie conteste, las miradas inseguras de cada uno de nosotros en todas las direcciones, la misteriosa cabina de luces desde la que cualquiera podía estar observándonos…

***

Lo increíble es darse cuenta de cómo funciona el cerebro. La simple sugestión ha acabado haciendo que escuchemos ruidos donde no los había (¿no los había?), viendo sombras donde no existían. Ha llegado un momento en el que nadie sabía quién decía la verdad y quién inventaba que había escuchado algo para generar más tensión.

Eso, a fin de cuentas, es lo más interesante del asunto: esa sensación de no saber quién es quién, quién forma parte del juego y quién es sincero. Esto, en definitiva, es La Ratonera de Agata Christie, un juego del ratón y el gato en el que nadie sabe hasta concluir quién es el que miente. Three blind mice.


El miedo es el más peligroso de los sentimientos colectivos. (André Maurois)

El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son. (Tito Livio)

El miedo puede llevar a los hombres a cualquier extremo. (George Bernand Shaw)

El miedo siempre viene de la ignorancia. (Ralph Waldo Emerson)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Viento en popa a toda vela...

Ayer por la tarde-noche, entre las 19 y las 20'15 horas aproximadamente, varias células de Birlibirloque salían desde distintos puntos estratégicos de la ciudad en dirección al teatro Antonio Gala de la Rinconada, donde iba a desarrollarse la primera sesión del grupo desde que decidimos preparar La Ratonera. Romper el hielo y realizar los castings para repartir los personajes de la obra fueron los principales cometidos y creo que salieron bien.

También creo que la gente estaba -está- ilusionada y eso me gusta. Ahora sólo queda esperar a la próxima sesión para poder disfrutar de en qué ha convertido cada uno su personaje...

Three blind mice
Three blind mice
See how they run
See how they run
They all ran after
The farmer's wife
Who cut off their tails...


martes, 19 de octubre de 2010

Cena en homenaje al Cid

Después de un año por fin pudo ser: la esperada cena del Cid (que deseamos que no sea la última y que no siempre nos sea tan difícil ponernos de acuerdo... ¿nosotros? ¡No, hombre!... me temo que somos demasiado asamblearios, ¡y que yo diga esto!).

A lo que iba, por fin la cena se desarrolló, un año después del "estreno" del Cid en la Sala 0, a modo de aniversario y rentré.

Les dejo las fotos que hicimos durante la noche, aunque son pocas porque no os prestáis lo suficiente a mis dotes para la fotografía (que son muchas, pero aún por explorar). El vídeo ni me tomo la molestia de colgarlo, porque lo he grabado con la imagen al revés y entonces hay que ponerse como bocabajo para verlo bocaderecho... lo que decía... por explorar.

Ahí va el enlace: FOTOS CENA CID




jueves, 7 de octubre de 2010

Página actualizada

He estado perdiendo un poco el tiempo con esto de las nuevas tecnologías y el resultado es una nueva versión de la página web de Birlibirloque. Como no acabo de entenderme con el servidor de ftp hay que meter una nueva dirección para poder verla, sino seguirá saliendo la de antes (aunque esté todo en el mismo espacio web). Cosas de la informática.

El link: http://birlibirloque.webcindario.com/Birlibirloque_Teatro/Bienvenida.html

domingo, 3 de octubre de 2010

Próximo proyecto

Birlibirloque entra definitivamente en la nueva temporada tras haber seleccionado su nuevo proyecto: La ratonera, de Agata Christie (1952).

Un conjunto de personajes extremos tienen encuentro en el hall de un hotel, único espacio presente a lo largo de toda la obra. Un crimen y ocho sospechosos acorralados por el frío y la nieve son los encargados de guiarnos hacia la resolución del misterio... si tiene solución posible.

Se trata de una obra ambientada en los años cincuenta y que contiene todo el misterio y suspense de las novelas policiacas de la autora. Con ella el grupo intenta dar un salto a un tipo de teatro radicalmente distinto del que viene desarrollando desde sus inicios en 2004, siempre centrado en lo cómico.

Buscamos trabajar concienzudamente en la escenografía y el ambiente que generan los juegos de luces y sombras al tiempo que intentamos profundizar al máximo en la construcción de los personajes.

Esperamos que el resultado merezca la pena...

Hasta entonces, ¡a trabajar!


domingo, 19 de septiembre de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

Como presentación, sobre el teatro, al parecer de F. G. Lorca.

"""...Para los poetas y dramaturgos, en vez de homenajes yo organizaría ataques y desafíos en los cuales se nos dijera gallardamente y con verdadera saña: "¿A que no tienes valor de hacer esto?" "¿A que no eres capaz de expresar la angustia del mar en un personaje ?" "¿A que no te atreves a contar la desesperación de los soldados enemigos de la guerra?". Exigencia y lucha, con un fondo de amor severo, templan el alma del artista, que se afemina y destroza con el fácil halago. Los teatros están llenos de engañosas sirenas coronadas con rosas de invernadero, y el público está satisfecho y aplaude viendo corazones de serrín y diálogos a flor de dientes; pero el poeta dramático no debe olvidar, si quiere salvarse del olvido, los campos de rosas, mojados por el amanecer, donde sufren los labradores, y ese palomo, herido por un cazador misterioso, que agoniza entre los juncos sin que nadie escuche su gemido.

Huyendo de sirenas, felicitaciones y voces falsas, no he aceptado ningún homenaje con motivo del estreno de Yerma; pero he tenido la mayor alegría de mi corta vida de autor al enterarme de que la familia teatral madrileña pedía a la gran Margarita Xirgu, actriz de inmaculada historia artística, lumbrera del teatro español y admirable creadora del papel, con la compañía que tan brillantemente la secunda, una representación especial para verla.

Por lo que esto significa de curiosidad y atención para un esfuerzo notable de teatro, doy ahora que estamos reunidos, las más rendidas, las más verdaderas gracias a todos. Yo no hablo esta noche como autor ni como poeta, ni como estudiante sencillo del rico panorama de la vida del hombre, sino como ardiente apasionado del teatro de acción social. El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad del pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera.

El teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre.

Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo; como el teatro que no recoge el latido social, el latido, histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama "matar el tiempo". No me refiero a nadie ni quiero herir a nadie; no hablo de la realidad viva, sino del problema planteado sin solución.

Yo oigo todos los días, queridos amigos, hablar de la crisis del teatro, y siempre pienso que el mal no está delante de nuestros ojos, sino en lo más oscuro de su esencia; no es un mal de flor actual, o sea de obra, sino de profunda raíz, que es, en suma, un mal de organización. Mientras que actores y autores estén en manos de empresas absolutamente comerciales, libres y sin control literario ni estatal de ninguna especie, empresas ayunas de todo criterio y sin garantía de ninguna clase, actores, autores y el teatro entero se hundirá cada día más, sin salvación posible.

El delicioso teatro ligero de revistas, vodevil y comedia bufa, géneros de los que soy aficionado espectador, podría defenderse y aun salvarse; pero el teatro en verso, el género histórico y la llamada zarzuela hispánica sufrirán cada día más reveses, porque son géneros que exigen mucho y donde caben las innovaciones verdaderas, y no hay autoridad ni espíritu de sacrificio para imponerlas a un público al que hay que domar con altura y contradecirlo y atacarlo en muchas ocasiones. El teatro se debe imponer al público y no el público al teatro. Para eso, autores y actores deben revestirse, a costa de sangre, de gran autoridad, porque el público de teatro es como los niños en las escuelas: adora al maestro grave y austero que exige y hace justicia, y llena de crueles agujas las sillas donde se sientan los maestros tímidos y adulones, que ni enseñan ni dejan enseñar.

Al público se le puede enseñar, conste que digo público, no pueblo; se le puede enseñar, porque yo he visto patear a Debussy y a Ravel hace años, y he asistido después a las clamorosas ovaciones que un público popular hacía a las obras antes rechazadas. Estos autores fueron impuestos por un alto criterio de autoridad superior al del público corriente, como Wedekind en Alemania y Pirandello en Italia, y tantos otros.

Hay necesidad de hacer esto para bien del teatro y para gloria y jerarquía de los intérpretes. Hay que mantener actitudes dignas, en la seguridad de que serán recompensadas con creces. Lo contrario es temblar de miedo detrás de las bambalinas y matar las fantasías, la imaginación y la gracia del teatro, que es siempre, siempre, un arte, y será siempre un arte excelso, aunque haya habido una época en que se llamaba arte a todo lo que nos gustaba, para rebajar la atmósfera, para destruir la poesía y hacer de la escena un puerto de arrebatacapas.

Arte por encima de todo. Arte nobilísimo, y vosotros, queridos actores, artistas por encima de todo. Artistas de pies a cabeza, puesto que por amor y vocación habéis subido al mundo fingido y doloroso de las tablas. Artistas por ocupación y preocupación. Desde el teatro más modesto al más encumbrado se debe escribir la palabra "Arte" en salas y camerinos, porque si no vamos a tener que poner la palabra "Comercio" o alguna otra que no me atrevo a decir. Y jerarquía, disciplina y sacrificio y amor.

No quiero daros una lección, porque me encuentro en condiciones de recibirlas. Mis palabras las dicta el entusiasmo y la seguridad. No soy un iluso. He pensado mucho, y con frialdad, lo que pienso, y, como buen andaluz, poseo el secreto de la frialdad porque tengo sangre antigua. Yo sé que la verdad no la tiene el que dice "hoy, hoy, hoy" comiendo su pan junto a la lumbre, sino el que serenamente mira a lo lejos la primera luz en la alborada del campo.

Yo sé que no tiene razón el que dice: "Ahora mismo, ahora, ahora" con los ojos puestos en las pequeñas fauces de la taquilla, sino el que dice "Mañana, mañana, mañana" y siente llegar la nueva vida que se cierne sobre el mundo."""